Encima, por si fuera poco, parecia un campo de concentracion. A su lado, Auswitz era una guarderia: a las 23'30 hrs chapaban el albergue a cal y canto (debia ser para que no se colaran esos helicopteros de mosquitos q rondaban por alli) y nos obligaban a acostarnos (a pesar de q le explicamos a la vieja con cara de mal follada, la Vikinga como le llamaban a la dueña del lugar, en nuestro ingles macarronico q "we are Spanish and in Spain now at this hour FIESTA!!!!" Pues nada, ni por esas, ni fiesta ni leches. Para luego a las 8'50 sonar durante 10 minutos la alarma de incendios a modo de corneta. Asi que entre el toque de queda y q no habia ni TV ni internet, ni radio o minicadena y q la persona mas joven de entre el resto de huespedes tenia 35 años aproximadamente, la noche fue un rollo. Menos mal q ya a la hora de la cena llegaron los colegas de la baski de Madrid q habian reservado alli para conincidir con nosotros -flaco favor les hicimos recomendandoles el lugar: menuda putada!-, aunq tpoco sirvio de mucho pq enseguida nos mandaron a la cama con rondadores y yaya borrachas en la habitacion de al lado -xq esa es otra, encima las habitaciones eran separadas; no se de q tenian miedo, a lo mejor creian q ibamos a violar a las abuelas...- Encima, para encontrar mesa libre para cenar lo tuvimos super-complicado porque los yatos se apalancaron alli con su whisky, su vino, su champan y sus licores. MENUDA TAJA se pillaron los cabrones y habia tb una yaya chepuda y desdentada q estuvo 1 hora cronometrada en la mesa, mientras nosotros esperabamos con cara de subnormales. Ahorra estamos haciendo tiempo sentados en un puto banco escribiendo xq son las 12'10 hrs y hasta las 15'20 no sale el bus a Inverness, que es donde iremos hoy. Aqui el transporte publico es una puñetera mierda, lo digo y lo vuelvo a repetir. Hay unos horarios imposibles...