LOCOS DEL BISTURÍ -Sin otros signos de patología concomitante...-

El blog de un antiguo residente de Cirugía cardíaca catalán en tierras gallegas (incluye también los últimos años de Facultad). Actualmente, MIR de Medicina de Familia...

Wednesday, February 27, 2008

RECUERDOS DEL PASADO: ESTUDIANDO PARA EL MIR


Un lunes cualquiera de otoño de 2006, 9 de la mañana. Suena el despertador. Me he puesto a propósito la alarma de la radio a esa hora para poder dormir un poco más; y es que aún arrastro el cansancio de la guardia de Atención continuada en Asistencia primaria que hice el pasado sábado; pero ni siquiera 8 horas de sueño son lo suficientemente reparadoras, y más teniendo en cuenta que me espera una larga jornada de estudio en la que se supone que tengo que repasar no sé cuántos temas de, un momento, ¿qué asignatura?: ¿Cardiología?, ¿Urología? Bah, me parece que voy a dormir un ratito más y luego lo miro. Total, he quedado con Laia a las 11 para tomar el café así que aún hay tiempo. Aplazo la alarma, me doy la vuelta en la cama cubriendo mi cara con la almohada para protegerme de los rayos de luz que van entrando ya por mi ventana y continúo durmiendo.
Al final, a lo tonto a lo tonto me acabo despertando a las 10 y media largas. Escribo un sms a Laia diciéndole que vaya desayunando sin mí porque no llego a la biblio de l'Estació de França a las 11 ni de coña. Acto seguido me dispongo a dormir 5 minutos más que al final se convierten en un cuarto de hora. Me levanto y me ducho a toda leche; engullo un par de magdalenas y un café miro que asignatura toca para la semana -Cardiología-, cojo el libro y los apuntes y salgo escopeteado para la estación de tren.
Llego a las 12 h del mediodía a la Estació de França. Laia ya lleva una hora estudiando y cuando aparezco por la biblioteca nuestras amigas estudiosas levantan la mirada y me miran con mala cara.Decido que es la hora de hacer otro café para poder afrontar bien la dura jornada que me espera y así se lo hago saber a Laia, que me acompaña de mala gana. El café al final se alarga tres cuartos de hora y para cuando me pongo a estudiar ya son la una menos cuarto. Una hora más tarde me empieza a rugir el estómago así que toca ir a comer; lo malo de todo esto es que no he conseguido pasar del primer tema porque antes de abordar la cardiopatía isquémica se me ha ocurrido la "brillante" idea, desafiando las recomendaciones de Pilar del CTO de estudiar únicamente los temas importantes y preguntados, de repasar la fisiología del corazón -que a mi parecer también es preguntada en el examen, o al menos eso me parece porque aún tengo todos los desgloses por hacer- con lo cual y como podéis imaginar me he pasado toda esa hora dando cabezazos en la mesa del sopor que me entraba ante semejante tostón soñando entre cabezada y cabezada con despolarizaciones, potenciales de acción y, "los malos de la peli", los iones calcio, sodio y potasio, causantes de todo el embrollo.
Hacia las dos de la tarde vuelvo a interrumpir mi siesta para comer. La comida se alarga hasta las 4, hora en que volvemos a reanudar nuestra dura jornada de estudio. Como fácilmente podréis imaginar, esas no son horas para estudiar y el flagrante robo de volemia ejercido por el estómago pronto se empieza a hacer patente; el potasio y el calcio nuevamente empiezan a irrumpir en mis sueños librando una flatricida batalla por hacerse con el control de la célula miocárdica y yo fugándome de vacaciones con el Sr. Potasio a las Bahamas y en eso estamos cuando de repente me despierta el codazo de Laia que me devuelve al sórdido mundo de la fisiología cardíaca de verdad y no la película que tenía montada en mi mente. Son las cinco y media y me doy cuenta de que necesito otro café.
A las 6 vuelvo a reincorporarme al estudio y con un poco de esfuerzo consigo avanzar algo en el temario hasta el tema número 2 del orden del día: la cardiopatía isquémica, un tema que aunque muy interesante, se presenta arduo y más largo que un día sin pan, mientras Laia me reitera una y otra vez la necesidad de que haga desgloses, a lo que yo, una vez más, hago oídos sordos, pensando en que ya lo haré más adelante (aunque no sepa bien cuándo). Entre tanto ya han llegado Felgue y Ornella y Felgue está tirándose de los pelos transformándose ya en superguerrera al son del troco-tró de las máquinas excavadoras que hay fuera de la biblioteca. Las chicas necesitan ir a fumar, a lo que yo me apunto (sí, ya sé que yo no fumo pero cualquier excusa es buena para salir a airearse un rato aunque sea con humo de tabaco, tomar otro cafetito y charlar otro rato).Una vez que las niñas han reforzado su trama broncovascular, volvemos al interior de la biblio con energías renovadas que nos duran -sobre todo a mí- veinte minutos.
Agotado por el intenso día de trabajo decido que la cardiopatía isquémica merece ser abordada con calma otro día, así que empiezo a recoger mis cosas y me dispongo a partir para llegar pronto a casa a cenar y ver la peli de los lunes. Mañana será otro día de manera que opto por aplicarme aquello de que "más vale una retirada a tiempo" -antes de que el angor me lo dé a mí-. Total, si al final no me da tiempo de repasarme toda la Cardiología durante la semana, aún me quedará la tercera vuelta y si no, siempre quedará el minimanual... Addenddum (a día de hoy): aunque esto de mi estudio express de la Cardio debiera guardarlo en secreto, lo cierto es que por aquel entonces ni se me pasaba por la cabeza de que tendría la posibilidad de coger plaza de Cirugía cardiovascular. Por aquellos días tánto Laia como yo barajábamos la posibilidad de sumarnos a las manis juveniles en favor de la vivienda cambiando el lema de "No conseguirás una casa en la [palabra malsonante que comienza por "p]" vida" por un "No conseguirás plaza en la [la misma palabra malsonante de antes] vida". En fin, que al final va a ser verdad eso que decía Forest Gump de que la vida es como una caja de bombones... nunca sabes el que te va a tocar y encima para colmo las preguntas de Cardio fueron de las que mejor que salieron; ironías de la vida...