LOCOS DEL BISTURÍ -Sin otros signos de patología concomitante...-

El blog de un antiguo residente de Cirugía cardíaca catalán en tierras gallegas (incluye también los últimos años de Facultad). Actualmente, MIR de Medicina de Familia...

Monday, March 14, 2005


El próximo día trataremos... EL SOUFLÉ CATALÁN. ¡Preparen la vaselina! Ja, ja, ja Posted by Hello

EPIDEMIOLOGÍA DEL 3 %


El último día os hablé del perfil de los estudiantes de medicina y os dije que más adelante trataría alguna subespecie del mundillo médico. Pues bien, ellos son médicos, pero son todo un mundo aparte: los epidemiólogos, con sus calculadoras científicas en el bolsillo y su programa epi-info en el ordenador portátil salen a la calle cada día dispuestos a calcular el porcentaje de varones de 46 a 46'5 años con uñeros en el pie izquierdo. No obstante, ultimamente me estoy dando cuenta que es algo que se contagia y que entre nuestros políticos tenemos a auténticos epidemiólogos: hablando todo el día de cifras y cifras. El ejemplo más claro lo tenemos en el "Presi" del Govern català, Mr. Maragall y su "3 %", un 3 % que se puede extrapolar a muchas otras cosas, como por ejemplo a la inflación experimentada por la economía española en febrero (un 3,3 % para ser más exactos) o el porcentaje de los conocimientos que se preguntan en los exámenes de la carrera que tendrán alguna utilidad práctica en la vida profesional. Tengo una compañera que en su día, en una larga tarde de verano de estudio para un examen de septiembre, me definió de una forma muy personal y un tanto peculiar esa gran materia que estudiamos en la carrera de Medicina que es la Epidemiología: "es una mal llamada ciencia que se dedica a hacer falsos reprensentativos estudios sobre las poblaciones para vendernos la burra de que han descubierto algo sobre nosotros sorprendente...por ejemplo que tenemos el dedo gordo del pie 0.2 cms más grande que el siglo pasado... qué gran descubrimiento!!!, por Dios qué dilema para la ciencia moderna... Lo mejor viene cuando se ponen en plan científico y nos hablan de los estudios farmacéuticos o, como ellos llaman, ensayos clínicos... que de clínicos sólo tienen el nombre... los resultados no se podran extrapolar en la vida pq o son inventados o están manipulados (aunque ellos prefieren llamarlos "ajustados" o "estandarizados"...) para poder publicarlos en la Americal Journal de algo y llegar a ser el mas chuli del hospital.... ". ¿Qué?, ¿curiosa, verdad? No tiene nada que ver con la definición que de la asignatura se nos hizo el primer día de clase, ni tampoco con la que viene en los libros. El si se "ajusta" o no -lo de ajusta lo digo en el buen sentido de la palabra- a la realidad lo dejo ya a vuestro criterio. ¡Hasta la próxima!

Wednesday, March 09, 2005


CÓMO RECONOCER A UN ESTUDIANTE DE MEDICINA...
Son muchos los tópicos y los bulos que a menudo corren por ahí sobre esos "bichos raros" que somos los estudiantes de Medicina. Y ya no digamos la obsesión que tiene la gente por preguntarte si ya has visto muertos -independientemente del año de carrera en el que estés- en cuantito se enteran que estudias Medicina (lo cierto es por eso que viendo muertos a diario durante los dos primeros años de facultad, ríete tú del niño repelente del Sexto Sentido, diciendo aquello de "en ocasiones veo muertos"... Coño!, yo en 1º y en 2º de carrera los veía cada día y no le daba esa importancia -ni tampoco hicieron una película de ello-. Lo que sí que hay que reconocer es que nuestro mundo es un tanto peculiar y, cuanto menos, curioso. El estar en contacto diario con la enfermedad y, en ocasiones, con las más gorribles de las muertes, hace que te replantees muchas veces tus propios valores, que priorices la saludo por encima de otras motivaciones y ambiciones personales y que tengas un concepto de la vida diferente. Sin embargo, otras personas prefieren centrarse en aspectos más prácticos de nuestra personalidad, así como identificarnos como "el/la que estudia Medicina".
No obstante, en honor a la verdad diré que hay tópicos que no van para nada mal desencaminados... Es cierto, por ejemplo, eso de que todos tus familiares y amigos acuden a ti en busca de un consejo cuando notan algún cambio en su piel (aunque sea tu primer día de clases de primer año) o que no importa cuánto estudies, cada vez sientes que te queda más por saber. Es curioso también el hecho de que sueles estar más familiarizado con los apellidos Moore -para los no medicinos, decir que es el nombre de un famoso libro de Anatomía humana-, Harrison -Medicina Interna-, Netter -atlas de Anatomía-, Farreras -Medicina Interna-, Balibrea -Cirugía-, que con los apellidos de tus compañeros de curso. Otras características que distinguen al aspirante a médico del resto de los mortales es la progresiva medicalización de su vocabulario... ya no te duele la cabeza -¡qué bien!- sino que tienes cefalalgia -hablando de dolor de cabeza, creo que a esta altura del monólogo ya os estará haciendo falta un buen analgésico, jejeje... I'm so sorry-, y tampoco te duelen los músculos, tienes mialgias, y ya no digamos lo de tener hambre o sed, esto jamás lo experimentará un estudiante de medicina: en todo caso tendrá polifagia o polidipsia... Si es que hay que reconocer que un poco -o bastante, según se mire- "freaks" sí que somos... A partir del momento en que uno entiende el significado de siglas como HTA, DM, EPOC, NIL, IRC, IQ y eliminas de su léxico el sufijo "logía" para limitarse a decir "anato", "histo", "fisio", "cardio", etc.; te hidratas a base de café; cada vez que llega a tus manos una caja de medicamentos te miras la composición y los miligramos; comentas con los compañeros la calidad de las suturas de una sutura o una técnica quirúrgica que has visto en quirófano; o hablas con tus amigos de los resultados de un estudio que has encontrado en el Medline; descubres que no puedes almorzar con tus compañeros sin hablar ineludiblemente de temas médicos; identificas a kms el olor de la formalina; te conoces al dedillo tú nº de guantes; te toma al menos más de un minuto responder a la sencilla pregunta "¿cuánto dura tu carrera?"; te sientes rechazado por tus colegas si tu fonendo no es "Litman"; te ríes de bromas "médicas", para luego sentir vergüenza de ti mismo por lo ñoño que te has vuelto con el paso del tiempo; ya no te sorprende nada de lo que puedas ver en la serie de TV "Urgencias" o en "Hospital central" -bueno, en esta última puede que sí te sorprendan algunas cosas, por lo chapuzas que son (véis, y además comentas la parte médica de estas teleseries con tus amigos y las criticas)-; o bien te cuestionas con frecuencia a qué edad terminarás casándote y teniendo hijos... entonces no hay duda, tu interlocutor puede tacharte sin riesgo a equivocarse de "estudiante de Medicina". En fin, visto lo visto está claro que los futuros matasanos somos una especie aparte.
De todas formas, luego, una vez que uno ya es doctor uno tampoco se escapa de ser freak. Dentro de los galenos existen también subespecies, algunas más peculiares que otras (pero de esto hablaré otro día) Y, como terminaría su monólogo mi muy admirado Buenafuente, MUCHAS GRACIAS! -más que nada por haber aguantado todo este rollo-.