27/7/04 CDD: Escribo ahora, después de varios días de "frenética actividad literaria" en este diario de viaje -lo digo en tono sarcástico, of course!!!- porque somos unos puñeteros vagos y hasta ahora hemos estado perreando. Bueno, es broma, es que hemos tenido una agenda o programa de viaje muy apretada y llegábamos reventados al albergue, con lo cual ganas de escribir, lo que se dice ganas, no habían y las pocas que pudiéramos tener -yo al menos- las gasté escribiendo las muchas postales que tenía que enviar. Y precisamente no es que no nos hayan pasado cosas desde nuestra llegada a las tierras escocesas, al País de William Wallace. La primera noche el alojamiento fue gratis. Dormimos, o mejor dicho, intentamos dormir en el Aeropuerto de Glasgow, aunque auqello a partir de las 3-4 de la magrugada parecía el puto Corte Inglés en un día de rebajas. A esto había que sumarle la intensa luz que había y el por culo dado por el personal de limpieza -por lo visto allí son exageradamente limpios y nos tocaron bastante los cojones, vaya-. Y por si fuera poco, Raúl y yo nos dejamos los riñones en unas hamacas que en principio parecían cómodas, pero fijaros que digo "en principio", porque luego resultaron no serlo tánto. Y pensar que Javí llamó a sus padres y les dijo que habían unas camas "muy buenas para dormir" -palabras textuales- y que pensábamos pasar allí 3 noches... Después de aquella "maravillosa" velada de deprivación de sueño al más puro estilo de la genuina tortura psicológica penitenciaria, cambiamos radicalmente de idea y decidimos no pasar allí más noches de las estrictamente necesarias. Por cierto, que la foto que veis aquí se corresponde a nuestro primer almuerzo en Escocia, ese al que ya hizo referencia en el pasado pasaje del diario nuestro amigo Raúl.