28/7 - CDD: Una de las cosas que me tocó los cojones fue un pequeño incidente que tuvimos en el Aeropuerto de Gatwick (Londres) a la ida hacia Glasgow, donde hicimos escala: 1 libra esterlina tirada a la basura -con lo cara que está la puñetera- en un ordenador con conexión a internet que no funcionaba -necesitábamos consultar la dirección de un albergue, porque para variar, la habíamos perdido-. Después de nuestra fantástica noche en el Glasgow International Airport, amanecimos en un Burger King -ver foto anterior- donde tomamos café de michu -si hay algún despistadillo que aún no sabe lo que es, lo tiene explicado en el post "Café de michu para todos..."-. Luego fuimos a Paisley, un pueblecito cercano para coger el tren. Una señora muy amable nos llevó personalmente hasta la estación donde nos astillaron con el billete del bonotren de la mierda de Scotrail -más adelante ya veréis por qué le tengo tanto aprecio a la homóloga de Renfe en Escocia-. En cualquier caso, la gente aquí es muy amable, aunque tal vez los entenderíamos mejor si se sacaran el zapato de la boca. Una vez en Edimburgo fuimos unos pringaos y cogimos un bus, gastándonos un huevo y medio de pasta (2 pounds) -el medio huevo que nos quedaba ya nos lo hemos gastado en comida- para ir al alberguem cuando éste disponía de un minibús gratuito. Si es que somos primos!!!! Llegamos al Globertrotters, supuestamente a 10 minutos del centro de la ciudad, aunque en realidad era a 20 minutos y en coche, es decir, estaba en la quinta polla o, como dirían los escoceses, "in the 5th Raval" (no el barrio de BCN), dnd William Wallace perdió el mandoble y se la machacó 6 veces seguidas sin parar -pobrecito, acabó exhausto y al final no le llegaba la sangre al manubrio; por lo visto nadie le dijo que sacudírsela más de 3 veces era pajilla-. Cómo se me va la pelota!!!! Joder con los putos mosquitos del Loch Lommond dsd donde escribo ahora-. En el Globertrotter Inn tomamos posesión de nuestras camas y tuvimos ocasión de aprender algo sobre la cultura canadiense: por lo visto en Canadá no utilizan calendarios, se orientan con los días por las bragas sucias que dejan colgadas las tías en las camas a modo de espetera con la peste a chichi que eschaba que parecía aquella habitación una pescadería del Carrefour. Pero esta anécdota os la explicará mucho mejor el compañero Raúl Wallace (que duerme en la cama de Robert the Bruce).
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