La Era de la Troponina y el problema de la troponinitis aguda
Por fin se acabó el suplicio de Urgencias (aunque reconozco que echo de menos a muchas buenas personas y buenos compañeros que he tenido el honor de conocer durante la misma), remontando el vuelo cual Ave Fénix de las cenizas del Averno a los jardines celestiales del Área Cardiovascular. Y es que han sido 3 meses de rotación en Cardiología en los que me he sentido realmente como en casa. A pesar del mito de la supuesta rivalidad entre cardiólogos y cardiocirujanos he de decir que precisamente se trata de eso, de un mito, un falso mito y es que, aunque como en toda casa de vecino y buena familia haya de vez en cuando sus más y sus menos entre ambos colectivos, la verdad es que la relación en general es buenísima; por otra parte nada malo puedo decir de los cardiólogos, muy al contrario, se han portado genial conmigo y me han demostrado algo que ya presuponía: que son gente estupenda digna de todo mi respeto y afecto -igual que mis muy queridos amigos cirujanos de Conxo a quienes recuerdo con gran cariño-.
La rotación ha sido sumamente productiva y, además de permitirme profundizar en los fundamentos del diagnóstico y de la patología cardiovascular así como de su manejo médico, me ha brindado la oportunidad de conocer mejor a una serie de magníficas personas a las que desde aquí aprovecho para rendirles un pequeño tributo, con los que he tenido ocasión de compartir todo tipo de batallas, incluida la de lidiar con la temible "troponinitis aguda" que impera últimamente en el ámbito de las Urgencias hospitalarias. Y es que, con tánto proceso inflamatorio rondando por los pasillos y los cubículos de "Urxencias" honrando a especialidades tán insignes como la Cirugía general (¡ay!, ¡qué buenos recuerdos!...) con sus apendicitis agudas, sus colecistitis, sus peritonitis, etc.; a la Traumatología con sus bursitis, sus tendinitis o sus osteomielitiso; a la Guardia del Área médica, con sus pancreatitis o sus pielonefritis; la Cardiología no podía ser menos; los residentes de Cardiología, hijos pródigos de la "Era de la Troponina" (que por cierto, tal y como me dijo alguien una vez: ¡vaya nombrecito más cursi el de la Troponina!), no podían verse discriminados y privados de dichos honores, de poder ingresar síndromes coronarios agudos dudosos clínica y eléctricamente hablando, pero con cifras de Troponina al alza como algunos valores de la Bolsa... Y es que últimamente la cosa parece ir por estos derroteros: en lugar de ingresar infartos o anginas inestables se ingresan troponinitis agudas (bien es cierto, sin embargo, que ello es la consecuencia en último término de un proceso inflamatorio a nivel de placas ateromatosas que se inestabilizan y se rompen formándose trombos oclusivos); ahora bien, esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿acabará siendo tributario dicho nuevo síndrome de tratamiento quirúrgico urgente como lo es la apendicopatía aguda? Porque si es así ya nos podemos ir preparando en Cirugía cardíaca...
La rotación ha sido sumamente productiva y, además de permitirme profundizar en los fundamentos del diagnóstico y de la patología cardiovascular así como de su manejo médico, me ha brindado la oportunidad de conocer mejor a una serie de magníficas personas a las que desde aquí aprovecho para rendirles un pequeño tributo, con los que he tenido ocasión de compartir todo tipo de batallas, incluida la de lidiar con la temible "troponinitis aguda" que impera últimamente en el ámbito de las Urgencias hospitalarias. Y es que, con tánto proceso inflamatorio rondando por los pasillos y los cubículos de "Urxencias" honrando a especialidades tán insignes como la Cirugía general (¡ay!, ¡qué buenos recuerdos!...) con sus apendicitis agudas, sus colecistitis, sus peritonitis, etc.; a la Traumatología con sus bursitis, sus tendinitis o sus osteomielitiso; a la Guardia del Área médica, con sus pancreatitis o sus pielonefritis; la Cardiología no podía ser menos; los residentes de Cardiología, hijos pródigos de la "Era de la Troponina" (que por cierto, tal y como me dijo alguien una vez: ¡vaya nombrecito más cursi el de la Troponina!), no podían verse discriminados y privados de dichos honores, de poder ingresar síndromes coronarios agudos dudosos clínica y eléctricamente hablando, pero con cifras de Troponina al alza como algunos valores de la Bolsa... Y es que últimamente la cosa parece ir por estos derroteros: en lugar de ingresar infartos o anginas inestables se ingresan troponinitis agudas (bien es cierto, sin embargo, que ello es la consecuencia en último término de un proceso inflamatorio a nivel de placas ateromatosas que se inestabilizan y se rompen formándose trombos oclusivos); ahora bien, esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿acabará siendo tributario dicho nuevo síndrome de tratamiento quirúrgico urgente como lo es la apendicopatía aguda? Porque si es así ya nos podemos ir preparando en Cirugía cardíaca...
1 Comments:
Me alegro de que estés disfrutando tanto... a ver si nos vemos pronto!
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